A plena vista, la cosecha ilegal de aguacate en municipio de Michoacán

Las autoridades poco hacen para combatir el delito

Alrededor del 60% de las huertas de aguacate ubicadas en el municipio de Madero son ilícitas, deforestan los bosques para cultivar la fruta denominada “oro verde”.

Productores que sin importar el deterioro del medio ambiente, cambian el uso de suelo para obtener más dinero, el aguacate es un negocio más rentable.

La tala ilegal de árboles para fines comerciales fue denunciada por Julio Santoyo, integrante del Consejo Estatal de Ecología, quien lamentó que en los últimos años haya crecido de manera “indiscriminada” el número de plantaciones de la fruta.

“Este problema de la cosecha ilegal se da en lugares con altos índices de pobreza, donde los productores se aprovechan de los campesinos al comprarles sus tierras a muy bajo costo”, aseguró.

En entrevista, aseguró que aunado a la devastación de los bosques, la crisis hídrica se agudiza pues el aguacate es uno de los frutos que mayores cantidades de agua requiere para su producción.

En ese sentido, el presidente de la COEECO, Vicente Estrada Torres, precisó que si bien existen certificaciones sanitarias y actualmente laborales que deben de cumplir los productores aguacateros no así las ambientales pues se requieren estudios muy específicos para poder determinar cuántas de estas huertas se encuentran establecidas de manera ilegal.

Celebración del Corpus, tradición en la que agradecen las buenas cosechas

Festividad Corpus

Tzintzuntzan, Quiroga y Pátzcuaro, municipios donde se realiza esta festividad.

Por la mañana de este jueves iniciaron los preparativos para la tradicional celebración del Corpus Christi en las cabeceras municipales de Tzintzuntzan, Quiroga y Pátzcuaro, municipios enclavados sobre la ribera del Lago de Pátzcuaro.

La celebración del Corpus forma parte de la tradición del ciclo agrícola en el que se agradece por la producción obtenida y se comparte el fruto del trabajo de los diferentes gremios existentes en la comunidad.

Los aspectos en común son la música, la comida y la procesión con las diferentes deidades del panteón católico con que se cuente en cada localidad, sin embargo cada municipio conserva particularidades que definen la forma en que se desarrolla esta actividad festiva; mientras en algunas el centro de atención es el acto de lanzar productos diversos por los aires, en otras es el palo encebado en cuyo extremo superior se colocan diferentes prendas de vestir y electrodomésticos que serán la recompensa para quien pueda llegar a ellos o el cerdo encebado que se lo queda quien sea capaz de capturarlo.

Con esta actividad inicia el ciclo de celebraciones del corpus en las diferentes comunidades de la región lacustre y que se extiende hasta mediados del mes de julio.

Para la Secretaría de Turismo (SECTUR), es una fecha que brinda al viajero la oportunidad de acercarse a la herencia cultural, la tradición viva y la belleza de atractivos turísticos con que cuenta Michoacán.

En palabras del investigador Benjamín Lucas, en el caso de los pueblos purépecha, “la fiesta del corpus o ch’anajpantskua es una de las 18 fiestas que celebran nuestros antepasados y que aún se sigue conservando en nuestras comunidades indígenas”.

Benjamín Lucas subraya que el ritual para pedir las lluvias y el buen temporal cambió de nombre con la llegada de los españoles, quienes al mismo tiempo juntaron otras fiestas que ya existían como la del pan, fiestas de las cosechas y otras. Esto con la finalidad de hacer más grande la celebración religiosa.

KÉRI UAPANTSKUARO. Fiesta en la que la gente bailaba con caña de maíz, como una forma de dar gracias a KUERAJPERI, por las plantas, árboles y las cosechas.

KUINGO. En esta fiesta así llamada se hacían unos panes en forma de venado, pues tenían las creencias nuestros abuelos que el dios KUPANTSIERI. Se habían transformado en PAN. Esta fiesta también estaba dedicada a la diosa Kuerajperi y era la fiesta donde se reunía toda la gente del pueblo para bailar con coronas de flores en la cabeza y música de tambores.

KURINDARO. La fiesta del pan que se celebraba haciendo panes de maíz y de chia (PARHI), (Chapata)”.

De esta manera, es como con esos dones o regalos, también se agradece a Dios por las cosechas y se pide su protección para que haya lluvias en el nuevo temporal. Al mismo tiempo se agradece a la tierra que da frutos y que al morir recibe al hombre con sus brazos amorosos.

Oscar Valdovinos