Michoacán, la inesperada Navidad para los alcaldes

El gobernador pasó al presidium para dar unas palabras y confesar que, el plan principal, era poner, para costear las máquinas, 50% el Gobierno del Estado y 50% los municipios, pero que, gracias a que «les fue bien en las finanzas», el gobierno fue el que pagó el 100% del total

Crónica El sol relucía sobre el Estadio José María Morelos, una gran carpa blanca era el lugar reconfortante de los rayos calurosos y quemadores.

La maquinaria nueva, que iba a ser entregada a los presidentes municipales, brillaba sobre esta luz radiante, haciéndolas aún más imponentes de lo que se veían por su grandeza.

En la cara de los alcaldes se notaban las sonrisas de alegría, como si Santa Claus hubiera llegado antes de navidad, pues lo que le habían pedido al estado estaba justo frente a sus narices.

Así fue como comenzó la entrega de maquinaria para la obra pública de los municipios, en cuanto el nombre del gobernador del Estado de Michoacán salió por las bocinas, la gente no se contuvo y dio gritos y aplausos de gusto.

Los asistentes parecían hormigas ante el tamaño de las maquinarias y la sede en sí, por lo que una vista desde arriba hubiera demostrado lo pequeños que fuimos en ese momento.

Los discursos de los alcaldes fueron veloces, pues en ellos vivía la emoción de ya tener la entrega simbólica de dichas maquinarias.

En el turno de José Zavala Nolasco, titular de Obras Públicas en el estado, señaló que, al inicio de esta administración, habían notado un déficit en cuanto a equipos que los ayuntamientos requerían, por lo que se planteó un presupuesto para la compra de maquinaria para cada municipio que lo requiera y no seguir rentando maquinaria vieja.

También, Zavala Nolasco no dejó de lado que se hará una inversión de 200 millones de pesos para la compra de una planta de asfalto y, con eso, mejorar los caminos de Michoacán.

El presidente municipal de Indaparapeo, Erick Magaña Garcidueñas fue el afortunado en recibir las llaves de la maquinaria como acto simbólico de entrega, con una alegría desbordante, tomó las llaves entre sus manos y agradeció al gobernador.

El gobernador pasó al presidium para dar unas palabras y confesar que, el plan principal, era poner, para costear las máquinas, 50% el Gobierno del Estado y 50% los municipios, pero que, gracias a que «les fue bien en las finanzas», el gobierno fue el que pagó el 100% del total.

La gente aplaudió el acto, pues fueron 79 maquinarias compradas y repartidas en los municipios de Álvaro Obregón, Copándaro, Tzitzio, Chucándiro, Huandacareo, Indaparapeo, Morelia, Queréndaro, Tarímbaro, Charo, Zinapécuaro, Huiramba, Erongarícuaro, Lagunillas, Nocupétaro, San Lucas, Turicato, Pátzcuaro y Salvador Escalante.

Por su parte, Morelia, la capital michoacana, recibió una aplanadora con un valor de 11 millones 745 mil pesos mexicanos, para acabar con el problema que aqueja a muchos morelianos: los baches.

Entre susurros, se escuchaban las bromas sobre que Morelia dejará de brillar por sus baches… al fin.

Al terminar, el gobernador junto con los alcaldes dieron paso apresurado a las maquinarias, siendo Morelia la primera en recibirla.

Cual niño jugando en el parque, Bedolla decidió subirse a la maquinaria para firmar, no iba a irse sin, antes, haber vivido la experiencia de estar arriba de una.

Después de recibir cada quién su máquina, los alcaldes no esperaron a tomarse la foto, agradecidos por el gobierno municipalista que, hoy, había demostrado estar de su lado.

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