Virgen de Guadalupe: Por qué se celebra el 12 de diciembre

El origen se remonta a unos años después de la invasión española, cuando se le apareció a Juan Diego

México celebra cada 12 de diciembre el día de la Virgen de Guadalupe; sin duda, la tradición católica más importante y con más ferviente culto en México.

Esta señala que, entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, durante el Virreinato, en un paraje del cerrito del Tepeyac, la Virgen María se apareció cuatro veces al indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin, y con él le mandó decir al obispo de México, Juan de Zumárraga, que le construyera un templo.

Cumplió Juan Diego la orden, y el obispo –incrédulo– pidió una señal. En la cuarta y última aparición, el día 12, la Virgen mandó a Juan Diego a recoger en su tilma algunas rosas que crecían muy cerca, fuera de temporada, y las presentara al obispo. Al desatar Zumárraga la manta con las rosas, en ella apareció impresa la imagen que hoy México venera como Nuestra Señora de Guadalupe.
Esta celebración si bien es cierto tiene un tinte religioso, también es una práctica de innovación creativa desde la perspectiva cultural, porque los pueblos del país han adoptado esta festividad no sólo como un evento religioso, sino como una expresión viva de su propio arraigo a la tierra”, describió la antropóloga Estela Vega Deloya, en un artículo publicado en 2017, en la página de internet de la Secretaría de Cultura de México.
Para la etnóloga, Amparo Rincón Pérez, desde la primera aparición de la Virgen de Guadalupe según se fecha en el año de 1531 en el Cerro del Tepeyac, en el Virreinato de la Nueva España, el pueblo creyó y la adoptó como su madre protectora. Así, a más de cuatrocientos ochenta años de esa fecha, su culto y devoción no sólo se ha mantenido, sino que sigue creciendo y representándose en múltiples expresiones de la diversidad cultural, unión e identidad de los pueblos y creatividad de los fieles.

El culto a la Virgen de Guadalupe comprende mucho más que la mera devoción religiosa, o su significado fusionador de la cultura prehispánica y la cristiana, o su carácter de símbolo nacional. En el México de hoy, la Virgen de Guadalupe, San Juan Diego y el culto guadalupano en sí, siguen teniendo una fuerza unificadora enorme, que trasciende coyunturas, ideologías y fronteras.

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