Culmina el reinado más largo de Gran Bretaña
Tras 70 años en el trono y a sus 96 años de edad, falleció la Reina Isabel II, la monarca con el reinado más extenso en Gran Bretaña.
The Associated Press informó que el palacio anunció que murió en el castillo de Balmoral, su residencia de verano en Escocia, donde los miembros de la familia real habían acudido rápidamente después de que su salud empeoró.
AP asegura que su hijo de 73 años, el príncipe Carlos, automáticamente se convierte en rey aunque su coronación podría ocurrir meses después. Se desconoce si Carlos elegirá llamarse rey Carlos III o algún otro nombre.
La BBC transmitió el himno nacional británico “God Save the Queen”, con un retrato de la monarca con su atuendo real completo cuando fue anunciada su muerte, y se colocó la bandera a media asta en el Palacio de Buckingham para marcar el fin de la segunda era isabelina.
El impacto de la pérdida de Isabel será enorme e imprevisible para el país y para la monarquía, una institución que logró guiar a través de décadas de enorme cambio social y escándalos familiares.
ANTECEDENTES
Desde el 6 de febrero de 1952, Isabel reinó sobre una Gran Bretaña que se reconstruyó de la guerra y perdió su imperio; se incorporó a la Unión Europea y también la dejó; se transformó de una potencia industrial en una sociedad incierta del siglo XXI.
Ante ella desfilaron más de una decena de primeros ministros, de Winston Churchill a Boris Johnson, convirtiéndose en una institución y un ícono, un punto fijo y una presencia reconfortante incluso para aquellos que ignoraban o detestaban a la monarquía.
Cuando tenía 21 años, casi cinco años antes de su coronación, le prometió a los pueblos de Gran Bretaña y de la Mancomunidad de Naciones que “toda mi vida, ya sea larga o corta, estaré dedicada a su servicio”.
Fue una promesa que cumplió durante más de siete décadas.