La crítica teatral le otorgó a la actriz emérita de la Compañía Nacional de Teatro varios reconocimientos a su trayectoria
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) lamentan el deceso de Adriana Roel, actriz emérita de la Compañía Nacional de Teatro, quien obtuvo dos premios Ariel como Mejor Actriz.
Figura memorable en la historia de la escena mexicana participó en más de 50 montajes, 40 películas y alrededor de 30 telenovelas durante 60 años de trayectoria en cine, teatro y televisión.
Adriana Roel estudió en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Inbal persiguiendo su sueño infantil: ser actriz. Al seguir la recomendación de un amigo se dedicó a buscar al director de teatro Seki Sano. Bajo su dirección, en 1957, debutó como actriz en la obra Los frutos caídos, de Luisa Josefina Hernández, en la que alternó con María Douglas.
Cabe recordar que con motivo de sus 60 años de actividad en los escenarios, y a raíz de la donación de su archivo al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru) del Inbal, se le rindió un homenaje en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes.
La secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, expresó: “Triste noticia la del fallecimiento de la actriz, Adriana Roel, egresada del Inbal, su partida deja un vacío en el teatro, cine y televisión nacional. Descanse en Paz”.
Por su parte, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, externó: “una gran figura de la escena mexicana se ha marchado hoy: Adriana Roel, primera actriz, productora y miembro del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, quien dio vida a enormes personajes del cine, el teatro y la televisión”.
Como parte de su formación, Adriana Roel viajó a París, Francia, con una beca que le otorgó el gobierno de aquel país para estudiar en el Conservatorio de Arte Dramático, en donde tuvo como profesores a Jean Perymoni y Jacques Lecoq, con quien estudió mímica y expresión corporal.
La pasión por el arte escénico le permitió transitar por cada uno de los géneros dramáticos y participar en más de 50 obras, entre ellas La posadera, El toque del poeta, Juego de reinas, Todos eran mis hijos, Alpha Beta, El hombre elefante, Cada quién su vida, Sonata de otoño, La carpa, Las troyanas, La señorita de Tacna, Rita, Julia y Adorables enemigas.
En el campo cinematográfico, obtuvo dos estatuillas Ariel a Mejor Actriz: la primera en 1979 por Anacrusa, de Ariel Zúñiga, y en 2012 por No quiero dormir sola, dirigida por Natalia Beristáin. También recibió este premio como Mejor coactuación femenina por las cintas Renuncia por motivos de salud y La trampa.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Inbal, en acuerdo con familiares de la primera actriz, rendirán un homenaje póstumo en fecha próxima.